Las CLAVES para Revitalizar a tu Equipo tras el verano
By Sergi Grimau
Seguramente muchos de vosotros habéis visto ese vídeo legendario en el que Carlos Moyá y Carlos Sainz, en plena acción, se encuentran con una situación desesperada: “Trata de arrancarlo, Carlos, por Dios, ¡trata de arrancarlo!”. Aunque el contexto es diferente, no puedo evitar pensar en esa frase cada vez que llega septiembre y veo a los equipos en la oficina después del parón veraniego.
Después de las vacaciones, aunque el motor no debería estar recalentado, le cuesta arrancar.
EL SÍNDROME POSVACACIONAL ES REAL, lo hemos vivido todos, incluso los líderes más motivados. Es ese momento en el que, tras un verano de desconexión, el motor no arranca, por más que le demos al contacto. Y no es solo una cuestión de volver al trabajo, es la necesidad de retomar el ritmo, la dirección y, sobre todo, la motivación. Es normal sentirse desorientado, incluso un poco perdido, pero ahí es donde entramos nosotros como líderes.
EL DESAFÍO “ARRANCAR” DESPUÉS DEL VERANO
Septiembre puede ser un mes complicado. El regreso al trabajo, después de unas merecidas vacaciones, puede sentirse como intentar arrancar un coche que ha estado parado demasiado tiempo. Los empleados, al igual que ese coche, necesitan un poco de ayuda para volver a ponerse en marcha.
El famoso "síndrome posvacacional" no es solo un invento de las revistas. Es un fenómeno que afecta a la energía, la motivación y, en última instancia, a la productividad.
5 PALANCAS QUÉ PUEDES ACCIONAR COMO LÍDER:
1. Empatiza y Comunica:
Antes de nada, es importante reconocer que ese “síndrome” existe y que no todos lo gestionan igual. Habla con tu equipo, muestra empatía y deja claro que entiendes lo difícil que puede ser volver a la rutina. Una buena comunicación, abierta y sincera, es el primer paso para recuperar el espíritu de equipo.
2. Objetivos Claros y Realistas:
No intentes que todo el mundo corra un maratón nada más volver. Establece objetivos claros, pero también alcanzables. Comienza con metas a corto plazo que les permitan a todos sentir que están logrando avances rápidamente. Esto ayudará a reactivar esa chispa necesaria para arrancar de nuevo.
3. Organiza un Kick Off:
Una excelente manera de poner en marcha al equipo es con una jornada de Kick Off. Este tipo de actividades no solo ayudan a alinear objetivos, sino que son una oportunidad perfecta para reavivar la cohesión del grupo. Un Kick Off no es solo una reunión de trabajo; es un momento para inspirar, motivar y recordar a todos hacia dónde nos dirigimos. Es ese empujón que muchos necesitan para meter la primera marcha.
4. Fomenta la Flexibilidad:
Aunque la rutina es importante, también lo es la flexibilidad. Permite que el equipo tenga un período de adaptación. No pasa nada si durante las primeras semanas de septiembre el ritmo no es el ideal. Lo fundamental es que, poco a poco, el motor vaya ganando velocidad.
5. Inyecta Energía y Motivación:
Recuerda, la motivación no surge de la nada. Haz que la vuelta al trabajo sea algo que todos esperen, y no algo que temen. Introduce nuevas ideas, proyectos interesantes, o incluso un simple cambio de enfoque en el trabajo diario. La idea es que, como líderes, seamos esa chispa que ayuda a arrancar el motor.
¿Y Si AUN ASÍ, EL MOTOR NO ARRANCA?
Si a pesar de todo, aún ves a tu equipo como ese coche que simplemente no responde, no desesperes. A veces, hace falta más que un simple empujón. Considera traer ayuda externa, como un taller motivacional, un experto en liderazgo o incluso una actividad de team building más profunda.
Lo importante es no dejar que el motor se apague por completo.
“¡Trata de arrancarlos, Carlos, por Dios!”. Como le dijo Carlos Moya a Carlos Sainz en este memorable vídeo:
Alinear energías, reactivar la motivación y poner en marcha el motor del equipo con fuerza y entusiasmo, es vital. Porque, al igual que en ese famoso rally, a veces solo hace falta la chispa y empujón correctos, para volver a la pista.
¿ARRANCAMOS?
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